Reacciones adversas a los alimentos en animales
Las reacciones de intolerancia alimentaria comprenden cualquier respuesta anormal no inmunológica a un alimento e incluyen toxicidad, reacciones idiosincrásicas, reacciones farmacológicas y metabólicas. La dermatitis alérgica inducida por alimentos (DAIA) se define como una reacción inmunológica exagerada y anómala a un alimento, no relacionada con efecto fisiológico de ningún componente del mismo.
La dificultad en diferenciar reacciones puramente alérgicas de las reacciones de intolerancia alimentaria lleva a incluir todas estas reacciones bajo la denominación común de Reacciones adversas a los alimentos. Las reacciones adversas a los alimentos de origen no inmunológicas. La mayoría de los perros y gatos con DAIA presentan cuadros cutáneos acompañados o no de signos digestivos, aunque la vía de entrada del alérgeno sea intestinal. No queda muy claro porque algunos perros y gatos presentan signos cutáneos, otros signos gastrointestinales y otros una combinación de ambos, existiendo diversas hipótesis.
Signos clínicos
La dermatitis alérgica inducida por alimentos (DAIA), es la alergia de presentación más temprana, con un 48% de animales en los que sus signos clínicos comienzan antes del año de edad. Los signos clínicos de la DAIA son la presencia de prurito no estacional y las lesiones asociadas a la severidad del mismo o al desarrollo de las frecuentes infecciones secundarias. La presencia de prurito en oídos y zona perianales muy característica de DAIA, y en pastores alemanes se ha visto una gran relación entre DAIA y la presencia concurrente de otitis y fistulas perianales. La prevalencia de otitis en el curso de DAIA es muy elevada, apareciendo hasta un 80% de los casos y en un 24% la otitis puede ser la única manifestación clínica. El cuadro clínico de una alergia alimentaria puede ser muy similar al de una dermatitis atópica, ya que se caracteriza por los mismos signos clínicos y afección de las mismas zonas: cara, pabellones auriculares, axila, zona inguinal y abdomen, por lo que resulta imposible distinguir ambas entidades en base a la clínica que presenta el animal. Por otro lado, se ha comprobado que existe una gran relación entre ambas, pudiendo haber animales que padecen ambas alergias en unos porcentajes que varían del 3 al 30% según los diversos estudios.
En el caso de los felinos la presentación clínica puede aparecer como prurito generalizado no estacional, lesiones del complejo granuloma eosinofílico, prurito de cabeza y cuello, dermatitis miliar, alopecia autoinducida, dermatitis exfoliativa y en algunos casos angioedema y urticaria.
Diagnóstico
La única prueba eficaz y válida para el diagnóstico de las reacciones adversas a los alimentos consiste en realizar una dieta de eliminación durante 8 semanas y comprobar la desaparición de los signos clínicos en ese tiempo. El diagnóstico se realizará tras la recurrencia de los signos clínicos al exponer al animal a los alimentos que ingería previamente y su desaparición tras la vuelta a la dieta hipoalergénica.
A nivel de pruebas laboratoriales a partir de una muestra de sangre podemos saber si nuestro animal presenta anticuerpos frente alérgenos de origen animal o vegetal. La interpretación de las pruebas cabe decir, que tiene más valor predictivo el negativo donde se sitúa en el 80%.
Bibliografía
- 1. Bethlehem S, Bexley J, Mueller RS: Patch testing and allergen-specific serum IgE and IgG antibodies in the diagnosis of canine adverse food reactions. Vet Immunol Immunopathol 2012; 145(3-4):582-9.
- 2. Veenhof EZ, Knol EF, Willemse T, Rutten VP: Immune responses in dogs with cutaneous adverse food reactions. Vet Q 2012; 32(2):87-98
- 3. Olivry T, Bizikova P: A systematic review of the evidence of reduced allergenicity and clinical benefit of food hydrolysates in dogs with cutaneous adverse food reactions. Vet Dermatol 2010; 21(1):32-41.
- 4. Mowat AM: Anatomical basis of tolerance and immunity to intestinal antigens. Nat Rev Immunol 2003;3(4):331–41.